La recuperación de capitales en fraudes financieros es un proceso complejo pero no imposible. Según expertos, las probabilidades de éxito dependen de tres factores clave: 1) la velocidad de reacción (el dinero suele moverse rápidamente a cuentas offshore), 2) el tipo de estafa (las criptoestafas tienen un 15-20% de recuperación frente al 40% en fraudes bancarios tradicionales), y 3) la jurisdicción involucrada.
Técnicas avanzadas como el rastreo blockchain (para criptomonedas) y la colaboración internacional entre bancos han permitido recuperaciones parciales en casos emblemáticos de crimenes ciberneticos. Sin embargo, las víctimas deben evitar las "empresas de recuperación" que pagan fees anticipados - esto es otra estafa en el 80% de los casos.